Además de lo ya expresado, la legislación colombiana sobre educación, a partir del análisis de contexto de la realidad y de la situación que está viviendo el país, establece las prioridades colectivas y los fines de la educación, como respuesta y solución que debe transformar las angustias y los problemas que vive el hombre colombiano en utopía histórica de esperanza, bienestar y progreso. En efecto, la Ley 30 de 1992, en su artículo 6°, señala como objetivos de la educación superior: