De otro lado, el uso adecuado de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), representa un desafío a todos los niveles, de manera particular para cualquier grupo social que pretenda tomar el camino de la transformación y el desarrollo. No obstante, las posibilidades de acceso a una educación de calidad vienen acompañadas de no pocos obstáculos, tanto en lo económico como en lo tecnológico y, por supuesto, en la oferta por parte de las instituciones, muchas veces carentes de recursos para sostenerse en el mercado.
Por esta razón, en los distintos países de la región y del mundo se han venido gestando procesos de innovación que buscan atender a las necesidades de cobertura y calidad. Por un lado, la educación presencial ha tenido que ceder espacios a la educación a distancia, lo cual ha significado la irrupción de los computadores personales, las aplicaciones informáticas, la conectividad a internet, la conformación de redes de aprendizaje y modalidades de enseñanza virtual asociadas a plataformas y aulas de aprendizaje. Por otro lado, muchas instituciones han tenido que cambiar contenidos, currículos, metodologías y metas educativas, para responder a las expectativas y exigencias de los nuevos mercados. Hoy por hoy, las instituciones de educación son conscientes de las múltiples ventajas que ofrecen los nuevos escenarios tecnológicos y educativos como oportunidades de acceso al conocimiento, de manera particular con el desarrollo y las facilidades que ofrece la web 3.0.
Por cuanto concierne a nuestra institución, conviene señalar que el PEI de UNISANPABLO define la proyección social asumiendo el concepto del Ministerio de Educación Nacional: "La función sustantiva de la universidad que tiene como propósito el desarrollo de procesos continuos de interacción e integración con los agentes sociales y comunitarios, en orden a aportar en la solución de sus principales problemas, a participar en la formulación y construcción de políticas públicas y a contribuir en la transformación de la sociedad en una perspectiva de democratización y equidad social, regional, política y cultural. Para ello propende por el fortalecimiento de la comunidad universitaria con el medio social, por la formación y capacitación de la comunidad, por el intercambio de experiencias y saberes, por la construcción de conocimientos específicos y pertinentes en los procesos sociales, por la asesoría y la transferencia de conocimientos y por la promoción, la divulgación, la circulación y la comunicación del conocimiento científico, tecnológico, artístico y humanístico en la sociedad".
En esta perspectiva, el modelo educativo de los MOOC, se presenta como una oportunidad de oro para ofrecer, desde una perspectiva de Proyección Social, el acceso a distintas áreas del conocimiento. Naturalmente, esto tiene para la institución una serie de implicaciones, por cuanto reclama una inversión económica, docencia de calidad y un arduo trabajo de elaboración y acompañamiento de procesos mediados por TIC.
Entre las ventajas que esta modalidad podría ofrecer a la institución se hallan: - La posibilidad de crear alianzas con otras instituciones de educación superior y con el sector empresarial. - La cualificación de los docentes para la enseñanza mediada por TIC. - La generación y el fortalecimiento de habilidades como: la autogestión del aprendizaje, el trabajo colaborativo, la responsabilidad, el compromiso, y la disciplina. - El posicionamiento de marca y reconocimiento en el mercado.
Una propuesta en este sentido debería, por tanto, incluirse en el Plan de Desarrollo Institucional. Así mismo, es necesario que, desde las directivas, se fijen algunas condiciones y se clarifiquen aspectos esenciales como: contenidos, certificación y/o acreditación, vinculación con el Proyecto Educativo, etc., en consonancia con las leyes y reglamentos de cada país.
Referencias:
Baloco, C. & Ricardo C. (2018). Los MOOC en la Educación Superior: Un Análisis Comparativo desde la oferta de Universidades Latinoamericana. Saber, Ciencia y Libertad, 13(2). Págs. 248-258. doi: https://doi.org/10.18041/2382-3240/saber.2018v13n2.4639
Daniel, J., Vázquez Cano, E. y Gisbert, M. (2015). El futuro de los MOOC: ¿aprendizaje adaptativo o modelo de negocio? RUSC. Universities and Knowledge Society Journal, 12(1). págs. 64-74. doi http://dx.doi.org/10.7238/rusc.v12i1.2475
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Y es que la expresión oral proyecta las competencias lingüísticas y paralingüísticas en cada uno de los escenarios donde estén presente dos o varios individuos, un público o un auditorio. En ella convergen las diversas técnicas y herramientas comunicativas para alcanzar una alta eficacia en la comunicación del mensaje del emisor hacia el receptor.
En la actualidad, la expresión oral se ha orientado hacia la formación del orador o speaker (palabra inglesa que está en tendencia), se ha vuelto una necesidad para la competitividad profesional, empresarial y personal. Han surgido coaches y conferencistas de ámbito internacional como Jürgen Klaric (norteamericano), Ismael Cala (cubano), Camilo Cruz (colombiano), Chris Anderson (británico-estadounidense), Graham Davies (británico), entre otros, todos ellos enfocados en potencializar las habilidades para hablar en público, donde la oratoria es un arte escénico y de venta que proyecta la marca personal y esencia de quien domine una presentación y un público de una manera eficaz y asertiva.
El comunicarse con otros es un arte, el más exigente de todos, pero no imposible especialmente cuando se trata de hablar en público, en grandes auditorios, con los clientes, los jefes o las personas más cercanas. Sin embargo, es justo ahí donde los miedos e inseguridades dominan las presentaciones orales ya sean académicas, técnicas, profesionales, motivacionales, entre otras, proyectándose y evidenciándose en los repetitivos movimientos corporales, gestuales, temblor y ausencia de la voz, mente en blanco y otras situaciones emocionales que son “limitantes” generadoras del conocido pánico escénico cuando se está ante un público desconocido u otras personas que no son cercanas al círculo social en el que un individuo se mueve.
Sobre esta base, es preciso reconocer que, el buen orador no nace se hace y para esto se requiere de valentía, confianza, actitud y asertividad para poner en práctica las técnicas de los grandes oradores, conocer los principios de la comunicación verbal y no verbal, manejar el cuerpo, la voz, el espacio escénico, el discurso y el público, enfrentarse a sus propias creencias y estar dispuesto a desprogramarse mentalmente para fortalecer la competencia discursiva. A este respecto, Reyzábal, M. A. (2012) afirma:
La competencia discursiva se basa en la experiencia grupal y en las emociones, necesidades y motivaciones del propio sujeto; por ello, requiere un cúmulo de destrezas extralingüísticas relacionadas entre sí, pues conlleva saber en cada momento cómo comunicarse, con qué lenguaje, código o registro; incluso saber cuándo callar en nuestros intentos por entablar contacto con los demás, exige dominio tanto de normas (por ejemplo, las de cortesía), actitudes y valores como destrezas y habilidades o conocimientos formales (pág. 68).
Explorando el orador que hay en sí mismo
Sobre la base de lo expuesto, es necesario que el estudiante vuelva la mirada sobre sí mismo y descubra sus verdaderas potencialidades y cualidades discursivas. El asesor de comunicaciones Graham Davies (2012) afirma:
Hablamos en público más de lo que creemos. Hablar en público no implica necesariamente plantarse frente a un auditorio… aunque, en el mundo de los negocios, ese es el escenario que causa mayor grado de ansiedad a un gran número de personas, un gran número de veces. De hecho, tanto en el lugar de trabajo como en otros ámbitos, realizamos exposiciones cada vez que intentamos modificar el punto de vista de alguien mediante la expresión oral. Hablar en público es una actividad que se realiza todos los días. Quienes la desarrollan con soltura tienen más probabilidades de llegar a lo más alto de la profesión que han elegido. Se trata de una práctica tan importante que no debe dejarse al azar (pág.15).
Una de las estrategias fuertes es la técnica de los actores donde el espacio escénico, el paneo visual, la voz, la expresión corporal son algunas de las destrezas eficaces para una buena presentación y adecuada expresión oral. El filósofo y orador romano Marco Tulio Cicerón lo confirma: “Cuando hablo de un orador, lo hago casi como si hablara de un actor”. En U.S.A. en 1992 se abrió un estudio de teatro que no era para formar actores dedicados a las tablas o ser los nuevos Marlon Brandon, Al Pacino o Meryl Streep, al contrario, se inscribieron abogados, políticos y demás profesionales que se dedican al mundo de los negocios. Querían desarrollar habilidades que les ayudaran a destacarse en el campo profesional esencialmente en la comunicación oral.
Los actores, hoy por hoy, son los encargados de develar los secretos de hablar en público. Pero, ¿Qué hace un buen actor?
- Hablar con naturalidad y fuerza, así pronuncie palabras de otra persona.
- Sabe cómo proyectar su personalidad.
- Libera el poder de su imaginación.
- Sabe cómo analizar un papel y representarlo a la perfección.
- Sabe cómo mantener la calma cuando hay cientos de ojos fijos.
- Tiene a su disposición técnicas vocales y físicas para maximizar sus dotes comunicativas.
- Posee confianza en sí mismo
- Reconoce que la capacidad de comunicarse bien se obtiene de la práctica.
No interesa la profesión o a qué oficio se vaya a dedicar el estudiante, siempre va a interactuar con otras personas y, por tanto, debe sacar el gran orador que lleva adentro.
La estrategia del “actor” donde el único personaje es el estudiante
La diferencia entre el actor y el orador son los personajes, el actor se relaciona con los personajes de la historia y persigue objetivos en cada escena: tristeza, amor, venganza, celos… El orador también tiene sus personajes y esos personajes reales son el público, el cliente, el comprador. También influye y persuade según su interés y objetivo: vender el producto, traer clientes, convencer e influir positivamente en una audiencia.
El hablar en público es una actividad física porque se hace con el cuerpo, se comunica con el cuerpo. Es igual que cualquier deporte, pero para lograr ser el mejor se necesita práctica y mucho ensayo, hasta que la mente y corazón sean uno solo para proyectar el gran orador.
A continuación, se resaltan algunos de los elementos de los actores, donde predominan las competencias paralingüísticas y lingüísticas necesarias para una expresión oral adecuada y eficaz, en un escenario personal y profesional.
En la expresión oral, el lenguaje gestual es tan importante como el lenguaje verbal, porque el orador expone su cuerpo, su rostro, sus manos y no solamente sus ideas verbalizadas en el discurso. Puede hablar con una retórica impecable y una voz muy bien trabajada, pero si durante la presentación hace una equivocada utilización de su cuerpo y de sus gestos, fracasará como si su discurso no fuese incoherente con sus ideas. La habilidad de observar el lenguaje corporal facilita la creación rápida de estrategias comunicacionales, a través de la interpretación adecuada de gestos y posturas, para una atención apropiada al cliente o al público.
- La voz, el silencio, la escucha activa, el lenguaje y la sonrisa
La comunicación paraverbal (la entonación, el énfasis, los cambios de voz, en definitiva, las variaciones en el uso de la voz) tiene un significado especial, ya que es la que transmite la dimensión emocional a través de la relación que se establece en las presentaciones orales en los diversos escenarios.
La importancia de los elementos paralingüísticos, la actitud personal, la voz, el uso de los silencios y la sonrisa son elementos que condicionarán el éxito en el logro de los objetivos propuestos para un buen manejo del discurso oral.
La entonación, timbre, articulación y vocalización proyectan la voz en los diferentes espacios escénicos y el manejo de la respiración diafragmática con ejercicios adecuados para apropiarla y hacer conciencia del gran instrumento que es la voz y todos sus matices. Cala y Cruz (2015) sostienen que “la voz es la mejor herramienta que se tiene para transmitir entusiasmo. La fuerza y el volumen que se utilice, la entonación y el énfasis que se dé a las palabras determinan el nivel de energía que se proyecta” (pág.143).
El lugar es clave e influye en las presentaciones del discurso oral. Sin embargo, es necesario resaltar que quien domina el escenario es el orador y no el espacio quien lo controla. El espacio escénico implica disfrute desde el mismo momento que se entra en él; el empoderamiento de confianza y seguridad empieza desde que se abre la puerta y se observa, o se es observado, por el público.
Los elementos de ambientación escénica (una silla, un atril, una mesa) son objetos de seguridad y proyección escénica pero también pueden jugar en contra, si para el orador dejan de existir en el escenario.
El escrito es fundamental, es la esencia de la presentación, en el se plasma la personalidad y estilo del orador. El “talón de Aquiles” es justamente la manera de elaborarlo, la mayoría lo estructura una sola vez y tiende a memorizarlo o hacer mapas conceptuales para darle forma a su inicio, desarrollo y cierre.
El discurso escrito se debe reescribir las veces que sea necesario porque implica acomodar el lenguaje. El vocabulario debe ser acorde al estilo de quien lo elaboró. La clave está en apropiarlo hasta con un poco de humor, de reflexión, de cuestionamiento, de pausa, de silencio y toda intencionalidad emotiva que desee transmitir en su presentación oral. Es algo así como escribir una “canción” que se va a transmitir con el corazón y en palabras, donde el conocimiento y la experiencia logran su sincronía, empatía, sencillez, honestidad y humidad, en el escenario para un público.
EJERCICIOS ESTRATÉGICOS
A continuación, algunos ejercicios estratégicos de entrenamiento que ayudan a proyectar y fortalecer la expresión oral como una de las competencias comunicativas más esencial para una comunicación empática y asertiva en las relaciones interpersonales, ya sea en el ámbito personal o profesional.
Estos ejercicios desaparecerán cuando el estudiante sea consciente de quién es él, cuánto confía en sí mismo y cuánto cree en él. Los ejercicios de expresión oral son conocidos y fáciles pero pocas veces ejercitados con el esmero adecuado. Es importante que el estudiante recuerde que con su sola presencia en un lugar ya está comunicando algo.
Recomendaciones
- Practicar en soledad
- Escribir el discurso. Inicio-desarrollo-conclusión
- Reescribirlo una vez más. acorde a la personalidad del orador. Apropiárselo.
- Leerlo en voz alta, solo, en un ambiente amplio. No deforma mecánica, sino comprendiendo, recalcando las palabras claves, varando el ritmo y volumen según la intención.
- Proyectar voz: dirigiéndola a la pared opuesta. Ejercitar la pronunciación. Leer exagerando las vocales. Recordar siempre: mientras más gente haya en el auditorio, más volumen requerirá su voz.
- Si mientras se habla, se olvida de algo, no “regresar al papel”. Intentar sortear el escollo improvisando una salida.
- Si se tiene un micrófono, usarlo en su práctica.
- Grabarse, verse, cómo comunica con el cuerpo y con la voz.
- Anotar los “defectos”
- Volver a practicar.
- Ejercicios con video
Si se tiene una cámara de video, grabar el ensayo. De este modo se podrá prestar especial atención a:
- Los movimientos de las manos
- Los gestos y la postura de la espalda
- El aspecto en general
- La voz ¿es agradable? ¿es clara?
Y luego tomar un tiempo para corregir algunas de esas características antes de la presentación, si es necesario.
Una persona interesada en saber cómo expresarse en público puede obtener valiosa información observando a otros oradores:
- Tratar de identificar las tres partes del discurso.
- Intentar anticipar el final.
- Observar los gestos secundarios. La posición de las piernas, los codos y los hombros.
- Si se escucha una anécdota o chiste interesante, anotarlo.
- Practicar con el público más difícil
Hablar delante de la familia y los amigos puede resultar más difícil que hacerlo frente al Parlamento, pero sin duda las consecuencias son más leves. Intentarlo, a pesar de las posibles críticas.
“Si deja que su manera de ser fluya tal como es, tendrá ya una base. Después deberá estar convencido de que tiene que decir. Si usted mismo no cree lo que dice, nadie le creerá” (Yarce, J., 2008).
REFERENCIAS
Beckwith, H. (2007). El arte de venderse. Bogotá: Norma.
Cala, I. & Cruz, C. . (2015). Las dos caras de la Comunicación . Sunrise - Florida : Taller del Éxito, Inc..
Clayton, P. (2003). Lenguaje Corporal en el trabajo. Bogotá: Panamericana.
Fajardo, G. (2016). Relaciones Públicas y Comunicación Organizacional. Bogotá: Ed. Utadeo .
Fernández, R. (2008). Cómo hablar bién en público . Buenos Aires: Longseller.
Goleman, D. (1999). La inteligencia emocional en la empresa. Buenos Aires : Ed. Vergara.
Graham, D. (2012). Aprenda a hablar sin miedo. Barcelona: Conecta .
Lloyd-Elliott, M. (2007). Los secretos de seducción del lenguaje corporal. Bogotá: Panamericana.
Maxwell, J. (2008). Cómo ganarse a la gente . N.Y.: Ed. Grupo Nelso .
Reyzábal, M.A. (2012). Las competencias comunicativas y linguisticas, clave para la calidad eucativa. REICE. Revista Iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en educación, Vol.10, No. 4., 63-77.
Villa, J.P. (2014). Manual de atención a clientes y usuarios. Barcelona: Profit.
Yarce, J. (2008). Cómo hablar bien en público. Bogotá: Ed. Panamericana.
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